RECUERDOS DEL HORROR. Patricia volvió a los lugares de su detención para contar su historia.
Patricia es arquitecta, tiene 46 años y vive en Buenos Aires. A los 16 fue detenida por el aparato represivo de la provincia de Santa Fe, y torturada.
Hace poco más de una década, por su cuenta y con sus recursos, Patricia inició una investigación para saber quiénes fueron sus torturadores. Y los encontró.
CLARIN/ESPECTACULOS

RECUERDOS DEL HORROR. Patricia volvió a los lugares de su detención para contar su historia (ver video).

El cerco, el documental de Cuatro Cabezas que estrena Telefé mañana a las 23, reconstruye la historia de Patricia Isasa, su búsqueda, los motivos que la llevaron a tomar la causa en sus propias manos. Y va más allá, con entrevistas a los acusados, actualmente detenidos por la justicia argentina.

Patricia fue capturada durante la última dictadura militar y estuvo detenida clandestinamente en la comisaría 1era, la comisaría 4ta y la Guardia de Infantería Reforzada (GIR) de su provincia. Poco después de que la dejaran en libertad, viajó a Londres, donde vivió por mucho tiempo.

Pero hace alrededor de 12 años volvió a la Argentina, comenzó personalmente una investigación y logró determinar quiénes fueron sus torturadores. En El cerco, esta mujer cuenta también cuáles fueron los escollos que tuvo que superar en el camino, además de dar cuenta de la colaboración del juez español Baltasar Garzón y la indiferencia del gobierno del ex presidente Fernando De la Rúa.

Por primera vez, además, Patricia regresa a los centros de detención en los que estuvo cautiva y cuenta qué factores fueron indispensables al momento de reconocer a los militares y policías involucrados. El documental cuenta, como se dijo, con entrevistas a los acusados, actualmente detenidos por la justicia argentina —como el ex juez federal Víctor Brusa; Mario Facino, a cargo de la Comisaría 4ta durante la desaparición de Isasa y Eduardo Ramos, quien en la década del 70 desempeñaba funciones en la Municipalidad de Santa Fe—, y también a ex militantes de distintas organizaciones políticas que compartieron el cautiverio con Patricia.

"Lo que más nos interesó fue que esta mujer armó toda una investigación ella sola a partir de un dato casi fortuito que le dieron —cuenta Cune Molinero, productor ejecutivo del documental—. Así desnudó el aparato represivo en la provincia, mientras se iba dando cuenta de que todos tenían actuación pública.

Ella presentó todas las pruebas, aquí, donde todavía estaban en vigencia las leyes de Obediencia debida y Punto final, y en España, donde fue una de las causas que llevó Baltasar Garzón. Pero esta gente seguía en libertad. A nosotros lo que más nos reconforta es que cuando empezamos a rodar el documental, por las calles y en distintas reparticiones de Santa Fe, el juzgado empezó a moverse. Ahora los acusados esperan el juicio oral."