Como quien se entrega con las manos en alto, el conjuez Carlos Lassaga Iturraspe se excusó de continuar a cargo de la causa en la que se investiga la represión ilegal de la dictadura en Santa Fe. A pesar de que reconocía que había firmado una solicitada de apoyo al dictador Jorge Rafael Videla en 1989, Lassaga había rechazado seis recusaciones por parte de los organismos de derechos humanos para apartarse del proceso.
PAGINA 12/ Jose Maggi
Por estos días se esperaba una resolución por parte de la Cámara Federal de Rosario que podía correrlo, pero él decidió excusarse por “violencia moral”. La causa retornará ahora al juez original, Reynaldo Rodríguez, quien fue confirmado por la Cámara de Casación.
“Expresamos nuestro reconocimiento y solidaridad a la totalidad de las Fuerzas Armadas que defendieron a la Nación en la guerra desatada por la agresión subversiva”, se leía en la solicitada que firmó Lassaga el 20 de junio de 1989 junto con cientos de procesistas. Ante la impugnación de los organismos, Lassaga ratificó su firma y aseguró que “nunca leyó el Nunca Más”.
Paradójicamente, el abogado sostenía que podía mantenerse imparcial en la causa en la que está procesado y detenido el ex juez federal Víctor Hermes Brusa, junto con ocho represores. En una de las recusaciones, la ex detenida desaparecida Patricia Isasa presentó la declaración de Lassaga en defensa de Brusa mientras era juzgado por el Consejo de la Magistratura. También señaló que Lassaga estaba en pareja con la secretaria de Brusa, que era madre de su hijo.
Sin embargo, Lassaga rechazó una a una todas las recusaciones, hasta que finalmente ayer desistió.
“Fue derrotado por su propia historia. Y desnuda que es carente de ética, porque él admitió que había firmado esa solicitada para provocarnos. Es un triunfo de la verdad”, resaltó ayer Isasa en diálogo con Página/12.
La causa volvió a manos del juez Rodríguez, que había sido apartado por la Cámara de Apelaciones de Rosario por una recusación de los represores. Sin embargo, el fiscal de la Cámara, Claudio Palacin, pidió la nulidad de ese fallo porque no se le permitió intervenir ante la Cámara de Casación, que ayer restituyó a Rodríguez.
Rodríguez recibió ayer el apoyo de los organismos de derechos humanos. “Es un signo de ecuanimidad. Santa Fe es una ciudad pequeña y Brusa ha hecho un clientelismo infame. Estamos juzgando a Alí Babá en su cueva”, graficó Isasa.
Ayer se conoció que Rodríguez fue imputado por el Consejo de la Magistratura por un presunto “mal desempeño” en sus fallos a favor de bonistas que consiguieron cobrar en dólares.