El presidente Néstor Kirchner expresó ayer su solidaridad con el juez federal Reynaldo Rodríguez, víctima de una amenaza macabra el domingo a la noche cuando un grupo de desconocidos arrojó en las puertas de la emisora LT10 un féretro pequeño con restos óseos que ‑ya se confirmó‑ pertenecían a una criatura. El encargado de transmitir el mensaje de la Casa Rosada fue el propio ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Horacio Rosatti.
Por Juan Carlos Tizziani
"De ninguna manera me van a intimidar", dijo Rodríguez.
El juez habló por teléfono con Aníbal Fernández y Rosatti.
"Me llamó por teléfono y me manifestó su solidaridad y la del presidente de la República, lo cual agradecí pero dejé bien sentado que en la Argentina hay poderes independientes y que yo, como integrante del Poder Judicial, voy a seguir trabajando como lo hice siempre, con total independencia", dijo el doctor Rodríguez a Rosario/12. En las últimas horas, el magistrado santafesino habló por teléfono con dos ministros de Kirchner: llamó al ministro del Interior, Aníbal Fernández, para informarle "la situación que estamos viviendo en Santa Fe" desde que comenzó a investigar los crímenes del terrorismo de estado y ayer recibió una llamada de Rosatti para expresarle el respaldo del presidente. "De ninguna manera me van a intimidar. Voy a seguir trabajando como juez de la Constitución", dijo Rodríguez que ya detuvo al siete represores de la dictadura y citó para principios de abril a dos altos jefes militares para indagarlos por delitos de lesa humanidad.
El juez Rodríguez se comunicó con el ministro del Interior el lunes a la mañana, al día siguiente que un grupo de tareas dejara el féretro en las puertas de LT10 con una carta con tono amenazante y burlón dirigida al magistrado. "Llamé al doctor Fernández para ponerlo en conocimiento de lo que hemos vivido a partir del domingo a las 10 de la noche y para transmitirle de alguna forma la situación", explicó. "Y él me dijo que ponía a disposición del juez de la causa todas aquellas herramientas para garantizar que este proceso siga adelante como corresponde, y como siempre digo, con resoluciones dictadas conforme a derecho".
Ayer, el magistrado recibió otra comunicación, pero esta vez del ministro de Justicia y Derechos Humanos. "El doctor Rosatti me llamó para hacer algún tipo de comentario respecto de los episodios del domingo a la noche y me transmitió su solidaridad y la del presidente de la República, lo cual agradecí pero dejé bien sentado y claramente que somos poderes independientes y que yo, como integrante del Poder Judicial, voy a seguir trabajando como lo hice siempre, con total independencia", explicó el juez.
‑¿Un gesto importante?
‑Un gesto de las instituciones y de la democracia que es el sistema político más adecuado para que una sociedad pueda funcionar armónicamente ‑contestó.
‑¿Lo intimidan estos hechos?
‑De ninguna manera. Voy a seguir trabajando como juez de la Constitución, interpretando los hechos y aplicando el derecho.
El doctor Rodríguez desvinculó la maniobra con el ataúd de una visita nocturna al domicilio de uno de los secretarios del Juzgado Federal, Miguel Abásolo, el sábado 19 de febrero, cuando el mismo u otro grupo de desconocidos destrozó la puerta de la casa con una barreta, provocó un gran desorden en el interior, pero no se llevó dinero ni objetos de valor, excepto una pistola calibre 22 propiedad del funcionario. ¿Asocia estos hechos?, se le preguntó. "No, de ninguna manera. Yo tengo algunas sospechas pero no las puedo probar. En estos casos hay que ser muy cautos", apuntó.
"En cambio, en el caso del féretro sí, porque hay una carta que habla de mi persona en forma burlona y dice que se ríen porque cité a indagatoria a un policía fallecido (el ex jefe de Inteligencia de la Policía de la provincia, comisario general Carlos Osmar Rebechi), dijo el juez. La nota que apareció sobre el ataúd mencionaba a Rebechi. "Estoy muerto, pero muerto de risa por cómo los subversivos manejan la Justicia", decía.
"Yo lo lamento por los familiares (de Rebechi), esta es una causa muy complicada, muy compleja e ignoraba que este comisario había fallecido, así que le pido disculpas a su familia. De todas maneras, jurídicamente he pedido al Registro Civil el certificado de defunción porque es la única forma de acreditar que una persona falleció, pero pido disculpas a los familiares (del extinto) no ha sido mi propósito (ofenderlos), sino llamarlo a indagatoria porque entendí que correspondía y después resolver su situación procesal -se disculpó Rodríguez. Rebechi fue denunciado por una de sus víctimas y ahora querellante en la causa, José Schulman y el abogado Jorge Pedraza dijo que el policía era uno de los torturadores más temibles.
‑¿Estas amenazas tienen que ver también con las sufrieron los querellantes en la causa?
‑No, los querellantes integran el proceso, tienen las atribuciones que señala el Código de Procedimiento Criminal, pero se trata de cuestiones vinculadas al análisis e investigación de episodios que sucedieron entre 1976 y 1983.
‑Ahora están pendientes dos declaraciones indagatorias para principios de abril.
‑Así es, están pendientes las de los coroneles Rolón y Marcellini -expresó el juez. Rolón fue jefe de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército cuando el comandante era el general Ramón Genaro Díaz Bessone y a fines de 1976 quedó a cargo de la jefatura del Area 212 con sede en Santa Fe y jurisdicción en el centro norte. Marcellini fue jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122.
‑¿Cuál es la situación procesal de estos militares?
‑No lo voy a poder comentar porque tiene que ver con el futuro y yo hablo de las causas, en cualquier expediente, pero sobre lo que quedó atrás -concluyó.