Son el coronel Juan Rolón y el ex jefe del Destacamento Militar 122, Domingo Marcellini. Ninguno había sido indagado

Dos de los máximos represores de Santa Fe citados por la justicia ROLON Y MARCELLINI

El juez federal Reynaldo Rodríguez llamó por primera vez a declaración indagatoria a los máximos responsable de la represión ilegal en Santa Fe durante la dictadura: el ex jefe del Area 212, coronel Juan Orlando Rolón y el ex jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122, coronel Domingo Manuel Marcellini. Ninguno fue indagado antes por un juez de la Nación: Rolón sólo estuvo imputado en los años ’80 pero zafó antes de la indagatoria por las leyes impunidad y Marcellini nunca fue molestado. Pero ahora los dos tienen cita en los Tribunales Federales: Rolón el 4 de abril, a las 9 de la mañana y Marcellini al día siguiente, a la misma hora. Y es probable que terminen presos. "Yo no tengo ninguna duda que van quedar detenidos", opinó el abogado Jorge Pedraza, uno de los querellantes en la causa. El juez Rodríguez convocó también a indagatoria al ex jefe de Inteligencia de la Policía de la provincia (el tristemente célebre D‑2), comisario general Carlos Osmar Rebechi, sin saber que éste falleció el 17 de mayo del año pasado, a los 61 años.
ROSARIO 12/Desde Santa Fe

El abogado querellante Pedraza consideró las indagatorias de Rolón y Marcellini como "un salto cualitativo" en la investigación judicial "porque avanza en el plano de los autores ideológicos". En la causa ya están detenidos y procesados siete represores: el ex juez federal Víctor Brusa; el ex suboficial del Ejército, Nicolás Correa (ex número dos de la Subsecretaría de Seguridad Pública en el primer gobierno de Jorge Obeid); el presidente comunal de San José del Rincón, Mario Facino; dos ex oficiales de Inteligencia: Héctor "Pollo" Colombini y Eduardo Ramos y dos ex carceleros de la Guardia de Infantería Reforzada: Juan Calixto Perizzotti y María Eva Aebi, que actuaban bajo el mando de Rolón.

"Esta decisión del juez es muy importante. Un avance en la causa porque apunta a los personajes que detentaron la mayor responsabilidad en el organigrama represivo, los que daban las órdenes, los autores mediatos o ideológicos de un sinnúmero de hechos, el secuestro de tantos militantes políticos que hoy continúan desaparecidos y fueron asesinados", dijo Pedraza.

‑¿Es posible que sigan la suerte de los demás imputados y terminen presos? -preguntó Rosario/12.

‑Yo no tengo ninguna duda que van a quedar detenidos. Por más que alguno de ellos, como en el caso de Rolón, argumente que ya fue juzgado, esto ocurrió en el marco de las leyes de obediencia debida y punto final que han sido declaradas nulas. Por lo tanto no puede invocar en su defensa el principio de la cosa juzgada porque los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y todo lo que se tramitó a través de esas leyes ha sido nulificado -señaló.

Pedraza coincidió que por primera vez desfilará por el banquillo el ex jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122. "Nunca lo habían llamado a declarar", dijo el abogado que pidió la indagatoria de todos los integrantes del grupo de tareas que operaba bajo las órdenes del coronel Marcellini, pero el juez Rodríguez solo decidió citar al éste, por ahora.

"La Cámara Federal de Buenos Aires (Sala II) ya planteó que debe responsabilizarse como autores mediatos de la represión ilegal, al menos a quienes estaban a cargo de los destacamentos de Inteligencia Militar. El fallo alude al jefe de Inteligencia Militar de La Plata, pero entiendo que el mismo criterio se puede aplicar en Santa Fe. Es un salto cualitativo porque avanza en el plano de los autores mediatos o ideológicos, aunque recién cuando llegue la indagatoria sabremos que hechos les achacan.

‑¿Qué rol cumplía el Destacamento de Inteligencia Militar 122 en la represión ilegal?

‑Concentraba la información y ordenaba los operativos, con el visto bueno del jefe del Area 212 (a cargo de Rolón). Este grupo de tareas no era ajeno a ninguno de los operativos y sus consecuencias: desapariciones, privación ilegítima de la libertad y/o torturas de los detenidos por el terrorismo de estado en los años ’70.