Alrededor de quinientas personas marcharon ayer por el centro de Santa Fe para reclamar juicio y castigo a los represores detenidos.

"Venimos a reclamar que el juez los deje presos como corresponde"

Medio millar de personas marchó ayer por las calles de Santa Fe para reclamar juicio y castigo a siete presos por la represión ilegal durante la dictadura: el ex juez federal Víctor Brusa, un ex suboficial del Destacamento de Inteligencia Militar 122, Nicolás Correa; el ex jefe de la comisaría 4ª y hoy presidente comunal de San José del Rincón, Mario José Facino; dos ex oficiales del Departamento Inteligencia de la Policía de la provincia (el tristemente célebre D‑2): Héctor "Pollo" Colombini y Eduardo "Curro" Ramos y dos ex carceleros de la Guardia de Infantería Reforzada: Juan Calixto Perizzotti y María Eva Aebi.
ROSARIO 12/Por Juan Carlos Tizziani

La causa judicial llegó a una instancia clave: el juez federal Reynaldo Rodríguez debe resolver en las próximas horas la situación de los detenidos: los procesa y ratifica su prisión preventiva o los deja en libertad. La columna partió desde la plaza del Soldado al mediodía con dos escalas: el Cuartel de Bomberos Zapadores, en el microcentro, donde se alojan Brusa y compañía y los Tribunales Federales. En la calle, frente a la prisión Vip, la denuncia quedó escrita en el pavimento: "Genocidas". Y un grito común reclamó la condena: "¡Perpetua! ¡perpetua!"

A lo largo de la marcha, el clásico de los escraches se repitió una y otra vez: "¡Ole, Ola! ¡Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar!". Y ayer, los fueron a buscar hasta las puertas del Cuartel de Bomberos Zapadores, donde Brusa, Facino, Colombini, Ramos y Perizzotti están detenidos desde la semana pasada. En los primeros días, Brusa estuvo preso en la cárcel de Coronda, donde se convirtió en blanco de insultos y presiones de otros internos y hasta pidió un aire acondicionado y un televisor que nunca llegaron. Pero después de una crisis ‑lo encontraron desvanecido en su celda‑ fue devuelto nuevamente a Santa Fe y alojado en el primer piso del Cuartel de Bomberos junto a los demás. Correa pasó también sus primeras noches en el Batallón de Ingenieros Anfibios 601 de Santo Tomé y María Eva Aebi en la Estación de Tránsito de Mujeres.

Los siete detenidos están imputados por privación ilegítima de la libertad, tormentos y amenazas. Pero hace una semana el juez federal Reynaldo Rodríguez reveló que estudiaba un nuevo reproche penal. "Estoy analizando la posibilidad de que haya una asociación ilícita", dijo en un diálogo con Rosario/12.

El paso de la marcha hasta los Tribunales Federales quedó jalonado -en el pavimento y veredas‑ con dos graffitis. Uno con siete nombres. Y el otro, con más condenas: "Represores, torturadores, ratas" . Mientras que en las puertas del Juzgado se escucharon más adhesiones y cánticos. "Venimos a reclamar que el juicio siga adelante, que el juez los deje presos como corresponde, por el carácter de delitos de lesa humanidad, imprescriptibles, delitos que han sido probados varias veces en el juicio de España cuando (el juez Baltasar) Garzón pidió la extradición de Brusa en el año 2000", dijo uno de los denunciantes en la causa, Schulman.

"Y ahora se han presentado (en la causa que instruye el juez Rodríguez) más de 20 compañeros a testimoniar sobre la asociación ilícita entre el Destacamento de Inteligencia Militar 122, el Juzgado Federal de Santa Fe, la comisaría 4ª y el Departamento de Inteligencia de la Policía de la provincia. Así que venimos a reclamar que el juez cumpla con la Constitución, que ratifique la prisión preventiva y que marchemos lo más rápido posible al juicio oral y público para lograr la verdad, la justicia y el castigo" , afirmó.

Al final, Elsa Ramos (Familiares de Desaparecidos) se encargó de leer el documento.

* "Hoy vivimos una situación promisoria en Santa Fe. Por primera vez, algunos de los responsables del terrorismo de estado y el genocidio perpetrado contra nuestros hijos, hermanos, esposos y padres, están detenidos en la causa que se lleva adelante en el Juzgado Federal Nº 1. Es nuestro deseo que este sea sólo el comienzo para el fin de esta larga impunidad y de todas las nuevas impunidades que se siguen sumando a la del terrorismo de estado".

* "Esto es producto de la lucha constante e inclaudicable que hemos sostenido a lo largo de más de 20 años de vida institucional. Lamentablemente, un gobierno tras otro, desde el 10 de diciembre de 1983, no han hecho más que consagrar, de una u otra forma, la impunidad para los militantes genocidas. Desde las instrucciones a los fiscales, las leyes de punto final y obediencia debida, los indultos presidenciales y posteriormente la negativa de extradición para que fueran juzgados en el exterior, no han sido otra cosa que el bordado meticuloso y vergonzante del manto de la impunidad para los crímenes más terribles cometidos contra nuestro pueblo a lo largo de su historia".

* "Sólo la lucha porfiada y sin desmayos de los organismos de derechos humanos, de las madres y familiares que no cejamos un instante en nuestra exigencia de cárcel para los genocidas, de los ex presos políticos hoy denunciantes, y de un pueblo maravilloso que sigue produciendo hechos que emocionan por su heroicidad y por la dignidad de su lucha, son los que hemos abierto con la prepotencia de nuestra causa y la justicia de nuestros reclamos, nuevas puertas y nuevas ventanas por donde seguir intentando la justicia".

* "No se puede edificar ni construir una sociedad democrática sobre la base de la impunidad. Como no se puede, tampoco, construir una sociedad democrática sobre la base de la desigualdad y de la explotación contra la cual lucharon nuestros 30 mil desaparecidos".