La ex detenida desaparecida Patricia Isasa, que reconoció al ex juez federal de Santa Fe Víctor Hermes Brusa como uno de sus interrogadores en un centro clandestino de desaparición, se reunió ayer con el juez federal Gabriel Cavallo tras la detención de Brusa. Isasa conversó con Página/12 acerca de la marcha de la causa así como de los “manejos” del abogado defensor Pedro Bianchi (que defendio al Nazi Erick Priepke en el juicio por la masacre de 300 personas)
PAGINA12/Informe: Giselle Cohen.
–¿Cómo ve la actuación del juez Cavallo?
–Creo que es muy destacable. En la reunión que mantuvimos, el juez nos informó que la detención de Brusa se produjo a las 22.30 del jueves gracias al rastreo telefónico que había hecho un grupo de la Policía Federal. Hay que reconocer que se trató de un grupo de policías especializados que hizo excelentemente su trabajo.
–¿Qué opina del proceso de extradición?
–Mi impresión es que se está llevando bien. Es decir, de los 18 represores cuyo arresto pidió el juez español Baltasar Garzón, todos están procesados. Si bien no todos están detenidos, el juez los hace concurrir frecuentemente al juzgado, por lo que están controlados: no pueden cambiar de domicilio ni salir del país. Yo querría destacar el papel del juez que es muy importante en este proceso.
–¿Por qué cree que Bianchi, el abogado de Brusa, dijo que su cliente se presentó de manera espontánea cuando en realidad había sido detenido?
–Bianchi mintió todo el tiempo, y sus dichos demuestran el intento infantil de tratar de disfrazar al lobo de cordero. Creo que tanto la actitud de Brusa como la del ex policía Eduardo Ramos, (que también estuvo prófugo hasta que lo encontraron en el arzobispado de Santa Fe), muestran que los dos pretenden actuar desde el aparato estatal para obtener beneficios propios. De otra manera no podría entenderse cómo Brusa, un ex juez que se supone, conoce la ley, la evade, y que Ramos como candidato a legislador por el Modin, se escape. Esto de eludir así a la Justicia es una táctica de banda que no la hace ni el Gordo Valor.