El militar nunca compareció ante la justicia civil a pesar de estar imputado y con pedido de detención. También citan a dos ex policías.

Primera indagatoria para Rolón, amo y señor de la dictadura en Santa Fe

El coronel Juan Orlando Rolón, ex jefe del Area 212. Desde su cargo, decidía el destino de infinidad de detenidos.

La fiscal federal Nº 1, Griselda Tessio, pidió la indagatoria del máximo jefe militar de la dictadura en Santa Fe, coronel Juan Orlando Rolón, y de dos ex carceleros de la Guardia de Infantería Reforzada que estaban bajo su mando: los policías retirados Juan Calixto Perizzotti y María Eva Aebi, por el secuestro de un matrimonio de militantes políticos de Rafaela que pasó por dos centros clandestinos de detención: la comisaría 4ª y una quinta en las afueras de Santo Tomé conocida como `La Casita’, donde ella fue violada por tres integrantes del grupo de tareas y luego obligada a abortar el embarazo en un consultorio médico.
ROSARIO12/Por Juan Carlos Tizziani

Rolón era el jefe del Area 212 pero nunca compareció ante la justicia civil a pesar de estar imputado y con pedido de detención en varias causas que instruye el juez federal Reynaldo Rodríguez, entre ellas una por la masacre de la familia de María Carolina Guallane. Mientras que el comisario Perizzotti respondía a las órdenes de Rolón como coordinador del Area 212 -una especie de jefe de los carceleros‑ y Aebi oficiaba como su mano derecha. Los dos policías ya están presos y procesados por supuesta "privación ilegítima de la libertad agravada, vejaciones, apremios ilegales, coacción, tormentos y asociación ilícita" y sus bienes embargados por 800 mil pesos cada uno. Los pedidos de indagatoria incluye también al ex jefe de Policía de la provincia, coronel Carlos Ramírez, y a los responsables del II Cuerpo de Ejército.

SECUESTRO DE UN JOVEN MATRIMONIO DE RAFAELA
El matrimonio de Rafaela fue secuestrado el 24 de mayo de 1977 cuando ella tenía 18 años -a fin de mes cumplirá 47‑ y militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y él en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). La redada incluyó a otros veinte militantes, entre ellos un hermano de la mujer que hoy vive en Brasil. Los dos estuvieron varias horas en la Jefatura de Policía de Rafaela "hasta que fueron trasladados a la comisaría 4ª de Santa Fe, donde los alojaron en celdas y les sacaron las capuchas", recordó la fiscal Tessio.

Dos días después, el grupo de tareas los llevó "a un centro de torturas conocido como La Casita', donde había varias personas tiradas en el piso y en las mismas condiciones que los denunciantes. Allí fueron sometidos a torturas". A ella la interrogaban por uno de sus compañeros, Reinaldo Alberto Hattemer, quien fue secuestrado en enero de 1977 en el atrio de una iglesia de Rafaela en el día de casamiento de su hermano y aún está desaparecido. Y a él le preguntaban por Rubén Luis Carignano, quien cayó el 23 de mayo de 1977, también en Rafaela y después murió ahorcado en un calabozo de la comisaría 4ª.  EnLa Casita’, ella fue violada por tres represores del grupo de tareas. "Y después de algunas horas, la volvieron a llevar a la comisaría 4ª", señaló Tessio. Mientras que su compañero permaneció "dos o tres días" en el centro clandestino hasta que también fue llevado a la comisaría 4ª. El muchacho relató uno de los métodos de tortura. "Me colgaban de los brazos de los brazos esposados y con los pies apenas tocando el piso, mientras me picaneaban y me levantaban o bajaban con una soga o una cadena", declaró en la causa.

ABORTO PROMOVIDO POR PERIZZOTTI Y AEBI
Dos meses después, cuando ya estaban en la Guardia de Infantería Reforzada -otro centro de detención de la dictadura a cargo de Perizzotti‑ la mujer comenzó a sospechar un embarazo. La atendió entonces "un médico que no daba el apellido", quien ordenó los estudios en el hospital José María Cullen. Hasta allí la llevó entonces María Eva Aebi. "Me llevó esposada, me hicieron los análisis de rigor y me trajo de nuevo a la Guardia de Infantería", recordó la denunciante.

A la semana, Aebi la volvió a llevar hasta la oficina de Perizzotti, quien le informó que estaba embarazada como consecuencia de las violaciones. "A este error hay que repararlo", dijo que le dijo el carcelero. Y le anunció que Aebi la acompañaría a ver un médico de Santa Fe que le practicaría un aborto.
Esa misma mañana, Aebi y dos hombres de civil la llevaron en un auto particular "parcialmente tabicada" hacia un lugar que está a 15 minutos de marcha de la Guardia de Infantería, en la ciudad de Santa Fe". Ella no pudo identificar el lugar, pero sí que estaba en "una avenida de doble mano con un cantero central". Allí fue atendida "por el que podría ser un médico que habló con Aebi, quien se hizo pasar por un familiar de la muchacha. El médico la hizo sentar en un sillón ginecológico, le colocó suero y le inyectó algo que podría ser un calmante, y luego estando lúcida, en unos quince o veinte minutos, le hizo el aborto", expresa el relato de la fiscal Tessio.

"Luego Aebi la ayudó a caminar y en el mismo vehículo la trasladaron nuevamente a La Casita, donde permaneció una semana bajo la vigilancia de dos hombres y recibía frecuentes visitas de Aebi. "Durante ese lapso, la familia no tuvo noticias de ella y en la Guardia de Infantería le decían que estaba castigada y por eso no podían verla".

Tessio entendió que "según las pruebas reunidas hasta el momento, han tenido participación, como responsables directos o cooperando para ocultar los hechos", los jefes militares y de la Policía de Santa Fe. Por lo tanto ûagregó‑ "corresponde recibir declaración indagatoria a María Eva Aebi y Juan Calixto Perizzotti y a los jefes del II Cuerpo de Ejército, del Distrito Militar Santa Fe, de la Policía de la provincia y de la Unidad Regional I. Una lista que -obviamente‑ incluye a los coroneles Rolón y Ramírez.

Rolón nunca declaró ante la justicia civil como imputado. El juez Rodríguez lo citó a indagatoria para el 4 de abril pasado en otra causa en la que ya están detenidos Perizzotti y Aebi, entre otros, pero después suspendió la declaración ante un planteo de la defensa del militar que considera que ya fue juzgado por esos delitos.

El 25 de julio último, los querellantes en otras dos causas -por la masacre de la familia de María Carolina Guallane, el 11 de febrero de 1977 y la desaparición del soldado conscripto Roberto Daniel Suárez, el 1º de agosto de 1977‑ volvieron a pedir la detención y la indagatoria de Rolón, pero el juez Rodríguez aún no resolvió el requerimiento en ninguno de los dos casos.