Durante quince días, la Comisión Provincial por la Memoria organizó un encuentro en el que participaron chicos de toda la provincia. Ellos mismos presentaron producciones fílmicas y obras de teatro. Los temas fueron la dictadura, la xenofobia y la contaminación.
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Informe: Mariana Seghezzo.
Desde Chapadmalal
Fueron dos semanas corridas de turismo social y debate adolescente sobre democracia y autoritarismo: baja de la edad de imputabilidad penal, conflictos y protestas sociales, los medios de comunicación y la construcción de información, género y violencia y los crímenes de lesa humanidad.
Del 2 al 16 de noviembre, más de 4500 estudiantes de escuelas secundarias bonaerenses junto con sus docentes y voluntarios de la Universidad Nacional de La Plata participaron del octavo encuentro del programa educativo “Jóvenes y Memoria: recordamos para el futuro” organizado por la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires.
“Desde principio de año los chicos vienen investigando, haciendo entrevistas, demarcando hipótesis a partir de la idea de la memoria y nos congregamos en el complejo para que pudieran intercambiar las distintas producciones (documentales, programas de radio, murales, diarios digitales, obras de teatro) y realizar talleres para debatir las distintas problemáticas que los inquietan”, dijo a Página/12 Sandra Raggio, coordinadora del Area de Investigación y Enseñanza de la Comisión por la Memoria.
Durante su estadía en Chapadmalal, Aixa, Javier y Adela compartieron la habitación. También realizaron juntos el taller temático “El pasado en el banquillo. Los caminos de la justicia por los crímenes de lesa humanidad”.
Los mas de 800 chicos, fueron un destello de libertad después de tanto “no te metás, es algo que ya pasó”.
El relato de Adela parece una burla anacrónica, sin embargo, “el colegio y la comunidad (literalmente) nos sacaron cualquier tipo de apoyo por tratar de contar la verdad sobre un cura que participó en la (última) dictadura”.
El hombre se llamaba Carmelo Gentile Guadagnoli. Fue capellán de la policía santafesina y la denuncia de Patricia Isasa (una sobreviviente de los campos de exterminio argentinos) lo menciona como uno de los asistentes activos de las sesiones de interrogatorio a detenidos-desaparecidos. Un par de años después, “como castigo, lo mandan a nuestro pueblo: Mones Cazón”, contó Aixa a Página/12.
Comunidad del sur bonaerense, de casi 2000 habitantes: la mayoría de clase media rural y conservadora. Con un único colegio polimodal público: la Escuela Media 2, Manuel Belgrano. “Desde la versión 2008 del encuentro ‘Jóvenes y Memoria’ que queríamos documentar la historia del cura, pero en Mones Cazón parece que el maestro, el policía y el párroco son figuras intocables”, dijo Javier.
Aunque los directivos del Belgrano se negaron a participar del proyecto y, también, el resto de los 21 alumnos de 5º 3ª, los tres estudiantes lograron solos llevar a Chapa ’09 su investigación.
Con banda sonora litúrgica y a partir de entrevistas grabadas con una cámara de fotos digital, Perdona Nuestros Pecados deconstruye la visión que los pobladores de Mones Cazón tienen sobre los hechos de la dictadura 76-83 y sobre la presencia en democracia de Guadagnoli en la parroquia local San José.
Antes de que los contingentes partieran de Chapadmalal y a modo de cierre del Encuentro, se reflexionó sobre la potencialidad de la memoria: “Pensando el pasado y el presente nos vamos de acá con un mejor futuro”.
Informe: Mariana Seghezzo.