El río invadió un tercio de la ciudad y se llevó vidas, sueños, y dejo 130.000 damnificados.
El 29 de abril no es un día más para los santafesinos desde aquel martes de 2003 cuando el río invadió un tercio de la ciudad y se llevó vidas y sueños.
Fueron 130 mil damnificados de aquellos días se animaron a desafiar el olvido y la desmemoria. "Verdad, justicia y hechos", fue el reclamo frente a la Casa de Gobierno en un acto creativo, repleto de ironías, pero también de bronca.
Así que desde ayer los damnificados de la mala politica de Carlos Reutemann lo señalaron como responsable. Las víctimas de la catástrofe del río Salado lo consagraron el "inundador Nº1 de Santa Fe" y le prometieron que no descansarán en su lucha "hasta llevar a juicio y condena al culpable de los asesinatos del 19 y 20 de diciembre de 2001 y de la inundación de 2003 y a sus secuaces".
El punto de encuentro fue en un costado de la plaza de Mayo que hoy está alambrada por las obras del Bicentenario. Los primeros en subir al palco fueron los murgueros de la "Manzana Negra" con una parodia sobre los inundadores y la trama del poder.
"La Yeni" se encargó de cantar al son de los tamboriles una ironía sobre Reutemann y Hermes Binner. Hace dos años, el 29 de abril de 2008, el gobernador se cruzó hasta la plaza y hasta habló en el acto. Pero ayer, no hubiera podido repetir.
La canción de "La Tuca" con la música de la marcha peronista se lo recordó: "Los muchachos progresistas todos unidos le ofrecimos/ un ministerio al Lole como el de la Producción./ A ese gran traicionero que bien supo inundar/ a la gran masa del pueblo./ Santa Fe, la capital, de inundación, de inundación/"
Siguió la lectura de un documento a siete voces que arrancó también con una ironía: "Inundados de ayer, inundados nuevos, inundados por venir", fueron sus destinatarios:
* "Santa Fe cumple hoy siete años del día que la mayor desidia pública conocida se llevó a cabo con el mayor desparpajo: la ciudad se inundó por una defensa abierta y no se dio ningún aviso de evacuación.
El ocultamiento de los verdaderos responsables del 29 de abril de 2003 sigue presente. La inundación del 2003 se ha edificado con sus defensas, en una justicia que es la reina de las injusticias, empezando por la Corte Suprema que debió ser destituida" y "el principal impune que tiene esta provincia: Reutemann".
"Esta impunidad ha sido prorrogada" por el gobierno de Binner que "no quiso mirar para atrás" y apostó "a no revisar nada". "Necesitamos verdad, justicia y hechos", planteó el documento. "Verdad, para sacar a la luz lo que se ha enterrado y garantizar la justicia. Y hechos, traducidos en obras públicas concretas. Porque de los gestos, estamos cansados".
* "Estos nuevos aires estaban viciados desde el vamos", agregó en obvia referencia a la consigna de campaña de Binner. "Porque al mayor responsable de las muertes de diciembre de 2001 y de no dar la orden de evacuación veinticuatro horas antes del 29 de abril de 2003, el inundador y asesino culposo, hoy sojero dubitativo, le amagaron, pero nunca lo enfrentaron. Y hasta le ofrecieron el Ministerio de la Producción de la provincia. Y quien se lo ofreció en un acto irracional que desconocía la voluntad popular fue el propio frente del pasado con el gobernador Binner a la cabeza".
* "Los gestos ante esta realidad desaparecen, para ser educados y no calificarlos como sería justo, solo decimos que callar es lo mismo que mentir. Entonces, vale preguntarse. ¿Quién se contagió primero del síndrome de Estocolmo? ¿El que creyó y fue engañado? ¿O el que engaña a sabiendas?", señaló el documento. Otra ironía cuando después de las elecciones del 28 de junio de 2009, Binner achacó el síndrome de Estocolmo a los santafesinos que habían votado a Reutemann y después pidió perdón.
El intendente de Santa Fe, Mario Barletta, también tuvo lo suyo. "Para los Charlettas, Santa Fe existe hasta la avenida Freyre, canta por López y Planes, sigue la música por Blas Parera y pronto tomará mate en ’Aries del Llano’. No por casualidad, Mauricio Macri nos visita para comparar las magias. La suya aplicada en Buenos Aires y el calco en Santa Fe la linda. No son, pero se parecen. Los magos se miran, se ríen y se copian los trucos".