UN DOCUMENTO APORTA DATOS PARA IDENTIFICAR A LOS POSIBLES PADRES BIOLOGICOS DE CAROLINA GUALLANE

PERIZZOTTI RECONOCE QUE ORDENO UN ENTIERRO "N.N."

Seria Blanca Zapata de la masacre de Castelli

El comisario Perizzotti reconoció un documento que ordenaba el entierro de un cadáver NN que podría ser el de una mujer que fue vista con vida después de un operativo del Ejército. Habían dicho que todos murieron, pero doce días más tarde un cuerpo fue enterrado con un balazo en la cabeza.
Fuente Rosario 12 /Por Juan Carlos Tizziani, desde Santa Fe

La verdad sale de abajo de la tierra
Una de las mujeres que cayó el 11 de febrero de 1977 en una casa de calle Castelli al 4500 de esta ciudad, murió doce días después de la masacre, según un documento de la época que el ex carcelero, Juan Calixto Perizzotti, reconoció ante la justicia federal de Santa Fe, al declarar en el caso de María Carolina Guallane.

Dos testigos clave, Luis y Susana Villalba ya habían asegurado —ante el mismo tribunal— que una mujer secuestrada con vida en esa vivienda del barrio Piquete estaba embarazada, a término. Un estudio forense de esa víctima reveló, ya en 1984, la causa de la muerte: un balazo en la cabeza sin orificio de salida; el cuerpo tenía las manos mutiladas y no se encontraron restos del feto.

La fiscal Griselda Tessio indaga ahora si esa mujer a punto de parir que el matrimonio Villalba vio caer en las garras del Ejército es la misma que falleció el 23 de febrero de 1977, casi dos semanas después que la casa fuera atacada y saqueada por una fuerza de tareas. Las sospechas sobre la suerte del bebé rondan a Tessio, tanto como la necesidad de verificar con un patrón genético si la mujer de la panza tenía lazos de sangre con María Carolina, la joven de 22 años que quiere saber quiénes eran su papá y su mamá desaparecidos. Los restos están en el cementerio municipal —donde los mandó Perizzotti en el ’77— a la espera de los estudios de ADN que realizará el Equipo de Antropología Forense.

Esa línea de investigación fue planteada el miércoles cuando Perizzotti quedó cara a cara con la fiscal y la abogada de las Abuelas de Plaza de Mayo, Alcira Ríos. Tessio mostró el documento que compromete. El ex carcelero de la Guardia de Infantería Reforzada y coordinador de la Jefatura del Area 212 bajo el mando del coronel Juan Orlando Rolón, respondió sin dudar: "Reconozco la nota y mi firma, la fecha también es mi letra", dijo.

La orden de inhumación de la mujer —a la que tuvo acceso Rosario 12— es la número 022, fue confeccionada el 4 de marzo de 1997 y está dirigida al director del cementerio municipal. Su texto lo dice todo: "En cumplimiento de órdenes emanadas del Centro de Operaciones Tácticas (COT) de la Jefatura del Area 212 -Santa Fe solicítole quiera a tener a bien disponer lo pertinente a los fines de procederse a dar sepultura al cadáver de una persona de sexo femenino NN que falleciera el día 23 del mes próximo pasado, a raíz de un enfrentamiento ocurrido en esta ciudad el día 11-02-77 y que se halla depositado en esa necrópolis".

Unos minutos después, la fiscal Tessio disparó las preguntas.
"Entre las notas que usted reconoció hay una de fecha 4 de marzo de 1977 para que se inhume el cadáver de una mujer que falleció el 23 de febrero, a raíz de un procedimiento realizado el 11 de febrero. Pudo suponer que esa persona fue retirada herida y murió el 23 de febrero. ¿Por qué razón se ordena la inhumación doce días después?

Perizzotti contestó:

"El Centro de Operaciones Tácticas (que actuaba bajo las órdenes de Rolón), me comunicaba de los muertos en la morgue y llevaba varios días la contestación del Gabinete de Identificaciones. Recién cuando yo recibía esa documentación, informaba la novedad al COT y ellos me daban la orden para la correspondiente inhumación. Esto, lógicamente, llevaba varios días de trámites. Concretamente fueron las fechas que me dio para la inhumación el Ejército, por escrito. Por ello procedí así. Ahora bien, no tengo conocimiento de que una persona haya fallecido en el Hospital Piloto a raíz del enfrentamiento de calle Castelli. Creería que eso lo podría informar el mismo hospital con más exactitud".

—¿Si la mujer no falleció en el hospital, dónde murió? -insistió Tessio.

— No tengo conocimiento.

—¿Usted sabía que esa mujer estaba embarazada?

—No tuve conocimiento porque yo no la veía -respondió Perizzotti.

—¿Puede relatar el enfrentamiento de calle Castelli al 4500?

— Nunca participé en ningún enfrentamiento. No era mi función específica.

—¿Cuál era su función? -intercedió entonces la doctora Ríos.

— Era alcaide, vamos a ponerle ese término, de la oficina de Coordinación (del Area 212) que funcionaba en la Guardia de Infantería Reforzada...

—¿Nunca hizo apoyo de calle en los procedimientos? -replicó la fiscal.

— Nunca participé en enfrentamientos... No tenía experiencia para dar apoyo a fuerzas combinadas... Además, ingresé a esa dependencia (el Area 212) procedente de la seccional 8a, en la última semana de enero de 1977. La resolución del jefe de Policía designándome en ese lugar fue firmada unos días antes.

—¿Quién era el jefe de Policía en 1977?.

— El coronel Ramírez.

—¿Cómo explica que miembros del Ejército dijeran que era posible que ese procedimiento (en Castelli al 4500) fuera hecho por la policía y no por las Fuerzas Armadas?

— Desconozco el origen de las fuerzas que intervinieron. Le vuelvo a repetir, nunca intervine para coordinar procedimientos entre Ejército y Policía.

—¿Podría haber sido realizado en forma conjunta?

— Si, si, pudo haber sido de esa forma.

—¿Recuerda algo de ese procedimiento?

— Si recuerdo algo de ese procedimiento, más aún por la versión periodística surgida en estos últimos días, en la actualidad, aclarando que reconociendo mis firmas y las fechas de las notas como mías, la primera información que yo recibía era del Ejército, o sea del Centro de Operaciones Tácticas (COT), de la Jefatura del Area 212.

Ordenes, fotos y huellas

En otro tramo de la testimonial, Perizzotti hizo otras revelaciones: dijo que tenía órdenes escritas del coronel Rolón para actuar, afirmó que a los caídos en los "enfrentamientos" se les tomaban huellas dactilares y fotografías y especuló con que esos documentos pueden conservarse aún en el archivo del Gabinete de Identificaciones de la Policía de Santa Fe. Inmediatamente, la fiscal Tessio solicitó que el juez Víctor Brusa ordene la remisión de ese material, mientras que la doctora Ríos pidió que la Policía brinde una lista de todas las personas que trabajaban en esa época en aquella oficina, para citarlas a declarar.

"Al hacerme cargo —contó Perizzotti— mi antecesor (el comisario Julio Alberto) Villalba, me entregó unas directivas del II Cuerpo de Ejército con instrucciones referentes a detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional".

—¿Cuáles eran esas directivas?

— Recibía un aviso del Comando de Operaciones Tácticas y las directivas donde me comunicaban que en la morgue del Hospital Piloto, se encontraban uno, dos o tres personas fallecidas en un enfrentamiento. El primer paso, conforme esas directivas, era enviar una nota al director del hospital para que sepa la cantidad de NN fallecidos que, por supuesto, ya estaban ahí, ya que yo nunca trasladé a ninguno, nunca. Los cuerpos debían permanecer en ese lugar a disposición del COT. El siguiente paso era solicitar, siempre por nota, al Gabinete de Identificaciones que procediera a identificar los cadáveres con fichas dactiloscópicas, ya que para mi eran totalmente desconocido y carecía de documentos.

—¿Cuando secuestraban documentos de identidad falsos, adonde los enviaban?

— Lo desconozco. A mi no me los enviaban. La directiva que yo tenía era que todos los documentos falsos debían ser remitidos de inmediato al Area 212. Yo nunca guardé documentación secuestrada.

—¿Adonde eran remitidas las fichas dactilares y las fotografías? -Preguntó entonces Ríos.

—Pasados unos días, si las personas fallecidas que se encontraban en la morgue a disposición del COT no estaban identificadas en la Policía, el Gabinete de Identificaciones me enviaba dos juegos de fotografías, dos juegos de fichas dactiloscópicas y yo las enviaba al COT, ya que eran NN para nosotros. Yo armaba esa documentación y la enviaba al COT, ya que no era posible la identificación de esas personas en la Policía... Luego de esto, el COT me ordenaba por escrito la inhumación de los cadáveres en el cementerio municipal. A raíz de ello yo le comunicaba por nota al director del Hospital Piloto que iban a ser retirados los cuerpos. De eso se ocupaba la Municipalidad de Santa Fe a la cual también le enviaba una nota. Yo nunca trasladé a una persona fallecida al cementerio, ni tampoco de un enfrentamiento a la morgue del hospital.

—¿Quién trasladaba los cadáveres?

— No lo sé, pienso que era la Municipalidad, ya que tenía un servicio de emergencia.

—¿Dónde puede estar ahora la documentación que enviaba al COT?

— No lo sé. Lo que si le aseguro que antes de finalizar el gobierno militar me llega a mi una nota del Area 212 en donde se me ordena que toda la documentación existente en la oficina de Coordinación debía ser trasladada a la Jefatura de Area. No tengo presente quién firmaba esa nota, pero generalmente lo hacía el comandante o en su defecto el oficial que lo seguía en jerarquía.

—¿El Gabinete de Identificaciones de la Policía guardaba copias, tenía archivo de todas sus actuaciones?

— Era una cuestión oficial, debe estar archivada. No sé si está, pero debería estar archivada.

—¿Las persona detenidas en los procedimientos iban a la GIR?

— Ahí no sé. Si estaban heridas iban primero al hospital. Yo recibía los detenidos. No sé si todos los detenidos iban a la GIR. De ese procedimiento (en Castelli al 4500) creo que no fue ningún detenido. Y desconozco totalmente lo que se dicho, que hubo un hombre detenido en ese procedimiento...

—¿Concretamente del procedimiento de Castelli al 4500 recibió algún detenido, comunicación, documentación, etc.?

— Lo que recibí fue una comunicación escrita del COT sobre calle Castelli, haciéndome saber que en la morgue del Hospital Piloto se encontraban tres personas fallecidas que debían permanecer a disposición del Area 212. A esto lo recuerdo bien por las comunicaciones que se me exhibieron en este Juzgado.

—¿Se puede suponer que a estas personas también se les tomaron huellas dactilares y fotografías?

— Sí, siguiendo las normas correspondientes...

—¿Tuvo conocimiento de la identificación de estos tres cadáveres?

— El Gabinete me informó que no estaban identificados en la Policía.

—¿Usted tenía trato o relación con los menores que estaban en las casas donde se hacían los operativos?

— No tengo conocimiento de lo que me pregunta, ni tampoco de otros hechos que pudieran haber ocurrido.