"Está claro, Brusa tenía incorporada una fibra inhumana. Seguramente violó los derechos humanos de Pedernera tal como lo había hecho durante la dictadura.” Dijo Nora Cortiñas acompañada por Patricia Isasa que estaba exultante ya que fue una de las principales promotoras de las causas contra Brusa
Pagaina 12/ Irina Hauser
Detrás de sus anteojos de vidrio grueso y con su pañuelo blanco a cuestas, Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, buscaba alguna conclusión tras haber escuchado el fallo. “Me hace acordar a Al Capone, condenado por evasión impositiva”, añadió. Patricia Isasa, víctima de la represión, y una de las principales promotoras de las causas contra Brusa (ver aparte), festejaba la destitución.
A las nueve de la mañana, la hora convenida para la lectura de la decisión del tribunal, la sala de audiencias estaba llena. Brusa estaba bronceado, como siempre. Y sonreía como si el acusado fuera otro.
Todas las sonrisas, menos la del juez-en-suspenso, se desdibujaron cuando la secretaria del jury comenzó a leer los fundamentos.
Las violaciones a los derechos humanos que se atribuyen a Brusa, han suscitado la reprobación de la comunidad internacional y merecen el más vigoroso repudio de este jurado de enjuiciamiento, por atentar contra valores humanos fundamentales”.
Finalmente, Brusa se puso totalmente serio por primera vez: lo removieron por su mal desempeño en la causa del accidente en la laguna.
RECUERDOS DEL CAUTIVERIO
Un inodoro, una canilla y un foco de luz eran los únicos objetos que rodeaban a Patricia Isasa cuando estaba secuestrada a sus 16 años, en 1976, en la Guardia de Infantería de Santa Fe. Allí un “psicólogo” la fue a ver. Ella le habló de lo mal que estaban todos allí. El se rió y le dijo: “No piba, acá queremos escuchar otra cosa”. El supuesto psicólogo era Víctor Brusa, entonces secretario de juzgado, relató el año pasado Patricia en el Consejo de la Magistratura.
BUSCANDO JUSTICIA A MAS DE 10 MIL KM.
En 1998 vendió su casa y se fue a España a llevarle las 1200 fojas que tenía sobre Brusa al juez Baltasar Garzón, quien lo incluyó en sus pedidos de extradición.
Llevó lo mismo a Naciones Unidas y a Amnistía Internacional.
LA INVITACION DEL PAPA
El Papa, que no recibe denuncias, la invitó a cambio a la asunción de una santa judía muerta en un campo de concentración.
REGRESO A CASA
A Buenos Aires volvió el año pasado cuando la citó el Consejo de la Magistratura. De ahí en más fue a todas las audiencias. “Brusa tuvo un juicio justo y derecho a la defensa que nosotros no tuvimos, igual realmente estoy satisfecha” , dijo ayer, eufórica con la sensación de haber movido una montaña.
P.-S.